martes, 31 de enero de 2006

La nevada

Cuando era pequeño vivía en un pueblo de la sierra de Madrid donde nevaba bastante más que en la capital. Pero para mí era poco.

Muchas noches del invierno me acostaba deseando una gran nevada. Mi anhelo era tener que salir de casa por la ventana porque la nieve llegara hasta allí. Esto, viviendo en un tercero os puede dar idea del tamaño de mis ganas.

Nunca pude ponerme los esquís por la calle, ni me hicieron falta trineo, ni perros, ni raquetas para ir al colegio. Nunca nos quedamos aislados... ¡qué pena!; a pesar de que todos los inviernos nevaba y nos tirábamos bolas y los coches no podían circular por las calles. Ahora vivo en una ciudad en la que hay más máquinas quitanieves que copos y demasiada sal almacenada. Bastante como para deshacer los sueños de los niños actuales de una sola pasada.

Pero debe ser que un instinto parecido al mío está alojado en los periodistas porque esta mañana nada más poner la radio: "...la nevada que ha caído esta noche sobre Madrid...". ¡Pero si eran 4 copos mal contados!.

Y al volver de comprar el pan se me ha confirmado mi idea: a los madrileños nos gustaría que nuestra ciudad fuera Suiza un par de días al año.

Para poder hacer muñecos de nieve. No 1, sino ¡una familia entera!



1 comentario:

  1. DUQUE, DISFRUTO ALGO LA NIEVE, PERO SONY, YA LE TOCA, LOS POQUITOS COJONES QUE TIENE, LO CASTRE

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Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...