domingo, 24 de abril de 2005

Cambio de manos

La mano que toca estaba de antojo y se ha puesto a escribir. Toda la tarde hilvanando palabras, que ya sabemos que todas están en el diccionario y sólo hay que poner una delante y otra detrás.


La mano que escribe estaba perezosa. De domingo. Se ha dedicado a recorrer las teclas del piano, para meterse en el pellejo de la mano que toca. Esto no se debe hacer. Altera la personalidad.

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