La carretera es un consuelo muy bien diseñado.
A quíen inventó la carretera, desde luego, tenían que hacerle un monumento.
Rayas a los lados para no salirse.
Consejos claros y concisos sobre qué hacer y qué no.
Una ciudad que alcanzar.
Y uno, o varios, caminos.
¿Qué más se puede pedir?
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