lunes, 25 de abril de 2005

La magia de los libros



Como tenía tiempo y hay pocas cosas que me gusten tanto como trastear en una librería, hoy me he pasado una hora colocándome con el aroma de la Antonio Machado, en los bajos del Círculo de Bellas Artes. He buscado sin una idea fija, sin un criterio predeterminado. He comprado con la misma actitud. Paseando la vista por las estanterías, en una esquina, he visto un libro que leí hace muchos años. Cuando digo muchos quiero decir al menos doce o trece. Me enganché desde la primera página. Era sábado por la mañana. Primavera, también. El domingo, de madrugada, cuando empezaba a clarear, lo terminé. Al libro, con el paso del tiempo, se le rompió un poco la portada. Un día, no sé si lo presté o qué, desapareció. Nunca más se supo.

Lo busqué con desgana en algunas librerías. Nunca lo encontré. No sé, sería una de esas rarezas que llegan a uno sin saber muy bien cuál es la razón y que no tienen mucho éxito.

Allí estaba hoy. ¡Ha aparecido! Y de la forma que lo ha hecho, no hay duda de que ese libro tiene que estar conmigo. No he titubeado un sólo segundo. Lo he cogido, lo he mirado y cuando he buscado el precio me llevado otra sorpresa: ¡estaba marcado en pesetas! Tengo ganas de llegar a casa y colocarlo en la biblioteca. No creo que lo vuelva a leer. Tengo mucho pendiente y vivo una época de lectura lenta. Se llama La redundancia del valor. Lo escribió Timothy Mo. Habla de la indepencia de Timor, de la guerra, de la transformación de los seres humanos. Casi tres lustros después recuerdo muy bien algunas escenas. Es la magia que tienen algunos libros.

4 comentarios:

  1. Yo a veces me sorprendo de lo mucho que me pueden emocionar algunos libros...

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  2. Los libros, igual que las personas, tienen su destino.
    Es indudable que ese libro te estaba esperando.

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  3. ¡qué bonito lo que dices, Cuantró! (y no es peloteo)
    pero qué es más cierto ¿que el libro espera a la persona, o que la persona espera el libro? Mmmmm... ¿cuál es el destino del libro? ¿cuál el de la persona?
    Mmmmm...

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  4. Mano que escribe encuentra libro. ¿Mano que toca encontrará música? Lo que cuenta es la actitud hacia el encuentro, la predisposición, el ojo avizor.
    Encontrar es emocionante.

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Mudanza

Han pasado 7 años y pico desde que nació a2manos . Y ha sido una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Auténtica, arriesgada...